En Mazatlán y el sur de Sinaloa, la inseguridad está generando una serie de problemas que afectan tanto al comercio como al turismo. Esta situación ha comenzado a tener un impacto notable en la economía local, ya que el miedo a transitar por las carreteras ha reducido el flujo de mercancías indispensables para las actividades comerciales.
Problemas en el Transporte de Mercancías
La presidenta de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos de Mazatlán (Canaco Servitur) ha señalado que muchos choferes de camiones de carga evitan pasar por la región debido al clima de inseguridad. Esta precaución está ocasionando que los insumos lleguen con retraso o, en algunos casos, no lleguen en absoluto, lo cual no solo encarece los productos, sino que también agota los stocks disponibles.
Impacto en la Industria y el Turismo
Por otro lado, la inseguridad también está causando estragos en la industria local. Según el presidente de la Canacintra-2018/»>Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Mazatlán, las fábricas se enfrentan a la escasez de materiales, lo que ha obligado a algunos proveedores a redirigir sus productos a otras regiones más seguras.
El sector turístico no es ajeno a estas dificultades. La presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha mencionado que la violencia ha llevado a una disminución en las reservas y cancelaciones, lo que representa un duro golpe para la economía basada en el turismo. Además, esta situación de inseguridad podría frenar futuras inversiones, ya que los empresarios priorizan un entorno seguro para sus negocios.
Exigencias de Seguridad
Distintos líderes empresariales han expresado su preocupación por la falta de medidas efectivas para combatir la violencia en la región. Se ha hecho un llamado a las autoridades para que se tomen acciones concretas que garanticen la seguridad de los ciudadanos y las operaciones comerciales. Un empresario en Culiacán, por ejemplo, reportó pérdidas significativas debido a cierres por seguridad, destacando la necesidad de proteger la integridad de los empleados y exigiendo una respuesta contundente por parte del gobierno.
En resumen, la inseguridad en Mazatlán y el sur de Sinaloa está teniendo repercusiones que van más allá de la percepción de peligro, afectando directamente a la economía local y generando un clima de incertidumbre que requiere atención inmediata.