El brutal asesinato de Jesús Héctor, un trabajador de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de 37 años, ha conmocionado a Culiacán, Sinaloa. Héctor desapareció el 8 de febrero y fue encontrado dos días después, abandonado en un camino de terracería en la colonia Campesina El Barrio hacia el ejido 7 Gotas. El cadáver presentaba signos de violencia, con cinta adherida al rostro y envuelto en una manta gris, con un juguete de perro colocado encima.
El día de su desaparición, Héctor había salido de su trabajo en la Profepa hacia una notaría en un Chevrolet Aveo blanco con placas de la Ciudad de México. El vehículo fue encontrado esa misma noche con el motor en marcha, abandonado entre el bulevar Ciudades Hermanas y Río Sinaloa, en la colonia Guadalupe.
Las fuerzas de seguridad del estado de Sinaloa han abierto una investigación, con la policía preventiva inicialmente acordonando el lugar del hallazgo del vehículo y entregándolo a la Fiscalía General del Estado (FGE) para su análisis. El cuerpo de Héctor fue descubierto por un transeúnte a las 7:05 de la mañana del 10 de febrero y fue llevado al Servicio Médico Forense para una autopsia oficial.
Este caso se une a una creciente lista de crímenes violentos en la región, ya que Sinaloa ha sido durante mucho tiempo un punto de conflicto en la lucha entre los cárteles del narcotráfico y las fuerzas de seguridad de México. La Profepa, donde Héctor trabajaba, es una agencia gubernamental responsable de la protección del medio ambiente, lo que hace que el motivo detrás de su asesinato sea aún más desconcertante. La FGE está trabajando para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.