El huracán Otis ha dejado una estela de destrucción en su paso por el sur de México. Antes de tocar tierra, este huracán intensificó rápidamente, alcanzando la categoría 5 en un alarmante síntoma de la crisis climática que afecta al planeta debido a la influencia humana.
La ciudad de Acapulco fue una de las áreas más afectadas, sufriendo el embate de la furia de Otis. Los residentes ahora se encuentran en una búsqueda desesperada de víveres, mientras la comunidad internacional observa la magnitud del desastre.
El Gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado un censo exhaustivo para evaluar los daños en comunidades afectadas por Otis, abarcando no solo Acapulco sino también Coyuca de Benítez y otras zonas rurales de Guerrero. Restablecer el servicio eléctrico y garantizar el abasto de agua son prioridades, con más de 1.000 trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad desplegados en las zonas afectadas.
Además, se ha asegurado el suministro de combustible y se han restablecido los servicios de salud con brigadas médicas. El presidente López Obrador también ha anunciado planes de construcción y rehabilitación de viviendas y negocios, así como apoyo a pequeños productores que perdieron sus cosechas. Se está trabajando en un plan junto a empresarios para restaurar las actividades turísticas en Acapulco lo más pronto posible.
Este desastre provocado por el huracán Otis no solo resalta la vulnerabilidad de las zonas costeras de México, sino también la urgencia de abordar la crisis climática y fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante eventos meteorológicos extremos. Seguiremos brindando actualizaciones en vivo sobre esta situación en evolución.