Al finalizar el partido de Mazatlán FC contra el Atlas se suscitó una riña que después terminó en diversos motines en todo el estadio.
Después los policías pidieron refuerzos debido a que estaban sobrepasados tratando de contener a la multitud.
Volaban rejas, personas caían al suelo, mientras cadetes, halcones y policías trataban de contener los pleitos.
La porra del Atlas comenzó lanzando cervezas a los aficionados y después estos respondieron con algunos gritos dando como resultado un pleito sin control.
Se pudo observar que los aficionados del Atlas no se dijeron ante la presión de policías ya que comenzaron a correr y generar disturbios por otras zonas del estadio.
Arrancaron algunas rejas, estrellaron a personas contra la pared con ellas, lanzaron las rejas por los aires y pusieron en peligro la vida de los aficionados que no tenían porqué pasar por eso.
Aún no es un número oficial pero se pudo observar que había hasta 30 aficionados detenidos y todavía seguían los policías en labor de captura de otros más.