El problema de las sobredosis en los Estados Unidos ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años, con más de 100,000 muertes registradas. La droga responsable de esta crisis es el fentanilo, un opioide sintético que es más potente y más barato de producir que las drogas de origen vegetal. Las organizaciones delictivas, incluyendo los cárteles mexicanos, han aprovechado esta oportunidad y han comenzado a contrabandear grandes cantidades de fentanilo al país.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha acusado a varias organizaciones transnacionales que operan en México, principalmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de ser los principales proveedores de fentanilo a los Estados Unidos. En particular, los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, apodados Los Chapitos, fueron acusados de coordinar la red de tráfico de fentanilo más peligrosa y prolífica del mundo.
Además de los miembros del cártel, las autoridades también han identificado a numerosos colaboradores y proveedores de precursores químicos, incluyendo a ciudadanos chinos y a una mujer guatemalteca, Ana Gabriela Rubio Zea, también conocida como Gaby.
Gaby quien fue ingeniera espacial, fue detenida en Guatemala en marzo de 2023 y se le acusó de ser proveedora de precursores químicos de fentanilo desde China para narcotraficantes en México, y de lavado de dinero.
Esta crisis de salud en los Estados Unidos es un ejemplo de cómo los cárteles internacionales y las organizaciones delictivas se están adaptando a los cambios en el mercado de las drogas, alejándose de las drogas de origen vegetal y centrando su atención en las drogas sintéticas. La lucha contra estas organizaciones y la prevención de la entrada de drogas ilegales a los Estados Unidos seguirán siendo desafíos importantes para sus autoridades en los próximos años.