Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, el frente frío número 34 provocará lluvias fuertes en cinco estados del país y la caída de nieve en las cimas de los volcanes Pico de Orizaba y Cofre de Perote el lunes 12 de febrero de 2024. Este frente frío recorrerá el litoral del Golfo de México y, en interacción con la corriente en chorro subtropical, causará chubascos y lluvias fuertes en el oriente y sureste del país. Los estados de Puebla, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco experimentarán lluvias muy fuertes a puntuales intensas.
La masa de aire polar asociada al frente mantendrá el evento de “Norte” en el litoral del Golfo de México, la Península de Yucatán, el Istmo y Golfo de Tehuantepec, generando un descenso de temperatura en el noroeste, norte, noreste, oriente, centro y sureste del país. Se espera la posible caída de nieve o aguanieve en las cimas de los volcanes Pico de Orizaba y Cofre de Perote.
Las precipitaciones máximas se esperan en Veracruz, Chiapas y Tabasco con lluvias muy fuertes con puntuales intensas de 75 a 150 mm. Puebla y Oaxaca esperan lluvias fuertes con puntuales muy fuertes de 50 a 75 mm. También se esperan chubascos y lluvias fuertes en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como lluvias aisladas en Tamaulipas, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo y Guerrero.
Por otro lado, las temperaturas máximas estarán entre los 35 y 40 °C en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Puebla y Oaxaca esperan temperaturas máximas de 30 a 35 °C. Las temperaturas mínimas esperadas para la madrugada del martes serán de -10 a -5 °C con heladas en las sierras de Baja California, Sonora, Chihuahua y Durango. Otros estados también reportarán bajas temperaturas con heladas y temperaturas mínimas de -5 a 0 °C y de 0 a 5 °C.
Este pronóstico meteorológico es un recordatorio de los efectos del cambio climático, que se manifiesta mediante eventos extremos de temperatura y precipitación. Las bajas temperaturas también pueden tener implicaciones en la agricultura, pudiendo afectar a los cultivos y la producción de alimentos. Es crucial que los residentes en estas áreas tomen las medidas necesarias para protegerse de las condiciones climáticas extremas y también para adaptarse a estos cambios.