La fiesta del béisbol latinoamericano comenzó ayer en Mazatlán. Con la presencia de 6 equipos de América Latina arrancó la edición de la serie del Caribe Mazatlán 2021.
Con un estadio Teodoro Mariscal y un aforo que rebasó los protocolos aprobados por las autoridades de Salud, negocios al interior del inmueble que fueron censurados por no controlar las aglomeraciones de los comensales, cabinas desalojadas por exceder el límite de personas permitidas y censura de publicaciones en redes sociales que denunciaban estas situaciones utilizando el hashtag #SerieDelCaribe se desarrolló la actividad del primer día.
A pesar de que Mazatlán está cerca de los 100 casos activos de Covid, el gobierno estatal y municipal se empeñan en decretarlo en color azul dentro del Semáforo Covid Estatal.
Reclamos de la población por qué no se realizara este evento fueron ignoradas, paradójicamente, el gobierno municipal canceló las actividades de la Semana Santa 2020 por desición propia y; con una encuesta ciudadana ‘tomaron la determinación’ de suspender el Carnaval de Mazatlán 2021, ahí en esa ocasión el pueblo habló y gobernó, respecto a la Serie del Caribe… El pueblo fué ignorado.
Y es que en redes sociales, los mazatlecos han expresado su rechazo a qué la Serie del Caribe se realizara, rotundos no fueron expresados, comerciantes de la ciudad expresaron que lo único que los motiva a esperar la Serie del Caribe es que aumenten sus ventas, pero personalmente la mayoría preferiría que no se realizara.
Por otro lado, mientras la Serie del Caribe era inaugurada en el estadio Teodoro Mariscal, la fiesta, la parafernalia, los juegos pirotécnicos en el cielo iluminaban Mazatlán, personal médico observaban desde un lejano punto el suceso.
Una foto publicada por el portal en Facebook ‘Yo Amo Mi Mazatlan’ denota como de forma absorta personal de salud que combate en primera línea está pandemia mira los fuegos artificiales que iluminan el cielo de Mazatlán.
La imagen pone de manifiesto las dos caras de la moneda, la fiesta y la tragedia, la felicidad y la tristeza, la vida y la muerte. Mientras unos viven el evento, otros mueren a causa de la pandemia.
Mientras unos se ponen en situaciones de riesgo de contagio de forma voluntaria, otros esperan las consecuencias de esas decisiones y luchar en contra del coronavirus.
Nadie los obligó a ir, pudieron decidir no hacerlo; sin embargo lo hicieron. Los médicos esperan a los infectados por este virus, pudieron decidir no hacerlo, sin embargo decidieron estar en la línea de batalla, luchando contra las consecuencias de las decisiones de quienes decidieron exponerse a un contagio en tales condiciones.
Veamos después de esto de que lado cae la moneda, ahorita está en el aire.