Un legado musical inolvidable
Fernando Ponce de León se unió a Mägo De Oz a finales de los años 90, dejando una huella imborrable en la banda y en sus seguidores. Durante su tiempo con el grupo, contribuyó significativamente en la creación de varios álbumes emblemáticos, como «Belfast» en 2004, «Gaia II: La Voz Dormida» en 2005, y «Gaia III: Atlantia» en 2010. Su talento con la flauta y su pasión por la música lo convirtieron en una pieza clave del característico sonido de la banda.
Recuerdos de un compañero querido
El grupo Mägo De Oz expresó su pesar a través de un emotivo mensaje en el que lo describieron como un «compañero de viaje en mil batallas» y destacaron su amistad y su capacidad como músico. Su partida deja un vacío no solo en el ámbito musical, sino también entre sus amigos y antiguos compañeros de banda.
Apreciación por su calidad humana
Además, José Andrëa, quien fue vocalista de Mägo De Oz, recordó a Fernando como una de las mejores personas que conoció en su vida, resaltando no solo su calidad como artista, sino también como ser humano. Estas palabras reflejan el cariño y respeto que se ganó a lo largo de su trayectoria.
Fernando Ponce de León será recordado no solo por su talento musical, sino también por el impacto positivo que tuvo en quienes lo rodearon. Su legado musical y personal perdurará siempre en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y disfrutar de su arte.