Situación crítica en comunidades cafetaleras de la zona alta
En la zona alta de Tapachula se han registrado situaciones de extorsiones, secuestros y robos que han generado preocupación en diversas comunidades cafetaleras. Los habitantes han evidenciado un incremento en actividades delictivas, lo que ha motivado la acción ante la carencia de medidas de seguridad efectivas.
La población de comunidades como La Patria, Cantón Chicharra, Ejido San Antonio, Ejido 26 de Octubre y San José de Nejapa ha expresado su malestar frente a episodios recientes que evidencian una notoria ausencia de respuesta oportuna por parte de las autoridades. La situación se agrava en horas nocturnas, cuando la actividad delictiva se intensifica.
Incremento de actividades delictivas en la región
El notorio aumento en incidentes de secuestros y extorsiones ha impulsado a los cafetaleros a observar de cerca la dinámica de inseguridad en la región. Los residentes han reportado que la ausencia de patrullajes regulares ha permitido que los actos delictivos se desarrollen con mayor libertad y sin contramedidas inmediatas.
Asimismo, la comunidad denuncia que, en situaciones en las que se requiere intervención policial, la respuesta ha sido insuficiente o demorada, generando un ambiente de incertidumbre y temor entre los habitantes de la zona alta de Tapachula.
Demandas de seguridad y reactivación de la policía auxiliar rural
Ante el incremento de delitos, al menos seis comunidades cafetaleras se han organizado para exigir una mayor presencia de seguridad en la región. La demanda principal es la reactivación de la policía auxiliar rural, entendida como una respuesta a la inacción del sistema de seguridad en el área.
Los pobladores apelan a que los tres niveles de gobierno establezcan patrullajes constantes, especialmente en horarios nocturnos, para recuperar la sensación de seguridad que se ha visto mermada por episodios reiterados de robos, secuestros y extorsiones.
Organización comunitaria frente a la inseguridad
Los líderes en algunas comunidades afirman que, ante la falta de acción y respuesta por parte de las autoridades municipales y estatales, han tomado medidas para reactivar la policía auxiliar rural. Esta iniciativa surge como respuesta a la creciente deficiencia en el manejo de situaciones delictivas en la zona cafetalera.
Asimismo, se ha denunciado la existencia de protocolos de respuesta tardíos y la rápida liberación de individuos detenidos por presuntos delitos, lo que ha encendido la alerta sobre la posibilidad de que la impunidad se establezca como un factor que perpetúa la inseguridad en la región.