Recepción de la exalcaldesa durante el funeral
La tarde-noche del lunes 7 de octubre, la exalcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, fue objeto de abucheos durante el recorrido de despedida al cuerpo de Alejandro Arcos Catalán, presidente municipal de Chilpancingo, quien fue asesinado el domingo 6 de octubre. El funeral tuvo lugar en el Ayuntamiento de la capital, específicamente en la plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac en Guerrero.
Durante el cortejo fúnebre, ciudadanos manifestaron su descontento hacia Otilia Martínez con expresiones como “¡asesina!” y “¡vendiste al pueblo!”. Al finalizar el recorrido en la plaza, decenas de personas continuaron abucheándola con gritos de “¡para qué vienes!”.
Procesión multitudinaria para el alcalde asesinado
Chilpancingo organizó una despedida masiva para Alejandro Arcos Catalán, cuyo cuerpo fue hallado decapitado en una camioneta en la colonia Villas del Roble. El cuerpo fue velado en la parroquia de la Santa Cruz y el cortejo fúnebre se dirigió a la Catedral de Santa María de la Asunción.
Inicialmente, el cortejo contó con la participación de cerca de 500 personas, cifra que aumentó a más de tres mil en el Zócalo. Los asistentes aplaudían, lanzaban porras hacia el alcalde y arrojaban pétalos de rosas a la carroza. La misa de cuerpo presente, presidida por el sacerdote Benito Cuenca Mayo, se realizó en un inmueble abarrotado, donde los asistentes formaron vallas humanas desde la entrada principal de la Catedral hacia el Palacio Municipal.
La viuda del alcalde, Sandy Solís, y su hijo menor fueron los primeros en llegar al inmueble, acompañados de gritos de “justicia” y “no estás sola”. Tras la despedida del féretro entre aplausos y llanto de los trabajadores de la alcaldía, el cuerpo fue trasladado al Parque Cementerio La Paz en la colonia Rosario Ibarra para una ceremonia privada.