Esta pregunta ha desatado un intenso debate en México y en todo el mundo. El gigante farmacéutico admitió que su vacuna puede provocar efectos secundarios raros, como la trombosis, lo que ha llevado a varios países a suspender temporalmente su uso por preocupaciones sobre la seguridad.
En México, la situación es aún más compleja. Aunque la vacuna fue autorizada inicialmente para uso de emergencia y se aplicó a más de 38 millones de personas, posteriormente fue rechazada para uso sanitario. Esto ha dejado a muchos preguntándose sobre la confiabilidad de la vacuna y si las autoridades mexicanas tomaron la decisión correcta al rechazar su uso.
En el Reino Unido, la controversia ha llegado a los tribunales, con usuarios iniciando una acción colectiva contra AstraZeneca. Alegan que la vacuna está detrás de muertes y lesiones graves en docenas de casos, lo que ha generado preocupación y un llamado a la responsabilidad por parte de la empresa.
Mientras tanto, en Alemania, otro frente legal se abre contra AstraZeneca, con un tribunal exigiendo a la empresa revelar datos sobre casos de trombosis posiblemente relacionados con su vacuna. Este proceso legal en curso podría llevar años antes de que se llegue a una conclusión definitiva sobre la seguridad y responsabilidad de la vacuna en los casos de trombosis.