El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ante el regreso a clases presenciales tenemos que correr ciertos riesgos como todo en la vida, y manifestó su optimismo de alta presencia en las aulas para el inicio del ciclo escolar, el 30 de agosto. Si bien reiteró el carácter voluntario de mandar o no a los hijos a las escuelas, hizo referencia a la obligatoriedad de asistencia de los maestros.
–¿Es obligatorio el regreso de los maestros a clases? –se le preguntó en la conferencia matutina.
–No, para nadie, nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. No somos conservadores, eso sí calienta, pues, expresó.
–La maestra Delfina (secretaria de Educación Pública) había precisado que los profesores tendrían que regresar a clases –se insistió.
–Sí, porque pues es su materia de trabajo y lo van a hacer, porque los maestros son muy responsables.
Dijo que la SEP busca diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, una vez divulgados en la víspera acuerdos con la dirigencia del sindicato nacional del magisterio.
El Presidente inició su exposición con un reproche a los medios de comunicación conservadores por tomar como bandera la vuelta a clases y armar un bombardeo acerca de los contagios en niños y adolescentes, asunto desproporcionado si se considera el tamaño de estos grupos de la población.
Vean los periódicos, están hablando ya de contagios de niños. Ojalá y nunca pase, toco madera, pero si fallecieran los niños por Covid, se alebrestarían los opositores, continuaría el predominio de los tiempos de zopilotes, así, a ese nivel de irracionalidad, y todo por el dinero, dijo. En seguida comentó que por salud mental no lee los periódicos que divulgan esa información.
Señaló que tanto niños y adolescentes, como la mayoría de los padres de familia aceptan el regreso a clases; por parte del gobierno se comprometió a cuidar de los menores con medidas sanitarias.
Vamos a estar pendientes de que no se contagien los niños, de que si hay un caso, se le atienda rápido, que se proteja a los demás, que se hagan pruebas, cuidarlos, dijo.
Entonces habló de lo que significa salir y afrontar las circunstancias no sólo frente a la pandemia, sino en general.
Y tenemos que correr ciertos riesgos, como todo en la vida. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, pues nos vamos a quedar todo el tiempo ahí, encerrados. No, tenemos que enfrentar las adversidades, los caminos de la vida… no son como imaginaba, señaló.
Como ya se está volviendo una costumbre musical en las conferencias, pidió a su equipo poner Los caminos de la vida; algunos reporteros le dijeron que preferían preguntas, pero el Presidente insistió. “Sí, vamos a escucharla, (porque) después me dicen ‘oiga, estuvo muy aburrida la mañanera. Ayer leí a alguien que dice: ‘estoicamente tuve que aguantar toda la mañanera, qué aburrida’”.
Fue así que en el Salón Tesorería de Palacio Nacional sonó la melodía; un par de funcionarias movían el pie y se balanceaban discretamente, mientras el Presidente golpeaba rítmicamente el atril.
Al lado, la secretaria Delfina Gómez y el general Luis Cresencio Sandoval, acomodaban los papeles de las carpetas que traían para su presentación. Ahí mismo, el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en su primera vez en la mañanera, así como otros funcionarios federales escucharon atentos, pero inmutables ante los pegajosos acordes de La Tropa Vallenata.
Con información de La Jornada