En un reciente anuncio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comunicó que las relaciones con la embajada de Estados Unidos se encuentran en pausa. Esta decisión surge tras los comentarios realizados por el embajador estadounidense, Ken Salazar, quien expresó su oposición a la reforma judicial propuesta en México. Este tema ha generado un debate significativo en ambas naciones.
Preocupaciones desde el Senado de EE. UU.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos también se ha pronunciado al respecto. En una declaración oficial, instaron al gobierno de López Obrador, así como a la próxima administración de Sheinbaum, a considerar reformas que aborden la lucha contra la corrupción y garanticen la autonomía del poder judicial. Para ellos, estos elementos son cruciales para asegurar la confianza de los inversionistas y mantener relaciones bilaterales sólidas.
Comentarios de los Senadores
Varios senadores estadounidenses, incluyendo a Jim Risch, Ben Cardin, Marco Rubio y Tim Kaine, han expresado su preocupación. Consideran que las reformas judiciales en México podrían poner en riesgo la independencia del poder judicial, lo cual sería un retroceso en los compromisos adquiridos bajo el Acuerdo Comercial México-Estados Unidos-Canadá.
Impacto en las relaciones bilaterales
Esta situación tensa podría tener consecuencias en las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos. La pausa en el diálogo con la embajada estadounidense refleja la importancia de las reformas judiciales para ambas naciones y su impacto potencial en acuerdos comerciales y políticos. Es un momento crucial para ambos países, que deberán trabajar en conjunto para encontrar un punto de equilibrio que respete sus respectivas soberanías y relaciones bilaterales.