Una nueva erupción volcánica en la península de Reikjanes ha puesto a Islandia en alerta máxima. La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) ha informado que el evento ocurrió cerca de Sundhnúksgígar, al norte de la ciudad de Grindavik, lo que ha obligado a la evacuación inmediata de la zona.
Los penachos de erupción alcanzaron una altura de al menos 50 metros, marcando la quinta erupción en la región desde diciembre. La intensa actividad sísmica registrada previamente fue un claro indicio de que el volcán estaba por entrar en erupción.
La pequeña ciudad portuaria de Grindavik, hogar de casi 4.000 personas, ya había sido evacuada debido a erupciones anteriores. La acumulación de magma en la cámara magmática del sistema volcánico Svartsengi ha sido una constante amenaza para la zona, y las autoridades también evacuaron las populares instalaciones turísticas de la Laguna Azul antes de la erupción.
La seguridad de los visitantes y residentes es una prioridad mientras la actividad volcánica continúa en la península de Reikjanes.
En los días previos a la erupción, se registraron unos 400 terremotos cerca de los cráteres de Sundhnúksgígar, un fenómeno común antes de las erupciones volcánicas, según la OMI.
La península de Reikjanes alberga una central geotérmica esencial que suministra electricidad y agua caliente a 30,000 personas.