En un evento histórico en la cámara de Diputados de México, el destacado ufólogo Jaime Maussan, respaldado por expertos, presentó dos cuerpos que se cree tienen más de 1.000 años de antigüedad. Estos cuerpos, que no se originaron en naves espaciales accidentadas, sino que estaban sepultados, fueron el foco de atención en la primera audiencia pública sobre la posible legislación de fenómenos aéreos anómalos no identificados en México, más comúnmente conocidos como objetos voladores no identificados (ovni).
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llevó a cabo investigaciones y determinó, mediante análisis de carbono 14, que estos cuerpos habían permanecido sepultados durante más de mil años dentro de una diatomea, un tipo de alga que preservó su integridad al evitar el crecimiento de bacterias y hongos.
Jaime Maussan subrayó que estos seres presuntamente extraterrestres representan una evidencia significativa de la existencia de vida extraterrestre. Afirmó que, si se acepta esta realidad, podríamos estar en camino de explorar otros universos. Además, argumentó que el reconocimiento de la vida extraterrestre es esencial para garantizar la seguridad en el espacio aéreo mexicano y promover una mayor investigación en este campo.
Maussan recordó que México ya había dado pasos significativos al filtrar un video de la Fuerza Aérea mexicana que mostraba 11 objetos no identificados captados por una cámara infrarroja. Asimismo, el piloto de combate estadounidense Ryan Graves respaldó la idea de que las autoridades de Estados Unidos poseen naves y restos de origen no humano, lo que añade más peso a la creciente evidencia de la existencia de vida extraterrestre.