El 17 de octubre de 2019, conocido como «Culiacanazo,» Ovidio Guzmán López fue capturado en Sinaloa y liberado por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador. Más de tres años después, el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) ha confirmado su participación en la detención.
Patrick J. Lechleitner, director adjunto del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE), reveló en una carta dirigida al senador Charles E. Grassley que la captura de Ovidio Guzmán formó parte de la «Operación Paisano,» en colaboración con la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). El objetivo era arrestar a los líderes de «Los Chapitos,» la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Esta operación no solo llevó a la detención de Ovidio Guzmán sino también contribuyó a la captura de su padre en enero de 2016 en Los Mochis, Sinaloa.
Aunque los informes iniciales no mencionaron la colaboración de autoridades estadounidenses en la primera captura de Ovidio, la carta de Lechleitner confirma su intervención a través del HSI.
Actualmente, Ovidio Guzmán busca evitar su extradición a los Estados Unidos, donde enfrenta cargos relacionados con el tráfico de drogas.
El operativo en octubre de 2019 resultó en disturbios llevados a cabo por «Los Chapitos,» lo que llevó a la liberación de Ovidio Guzmán por orden del presidente López Obrador. Sin embargo, los esfuerzos continuaron y condujeron a su segunda captura en enero de 2023 en Culiacán, Sinaloa.