En un giro impactante, Ecuador se sume en una espiral de violencia, declarándose en «conflicto armado interno» con una tasa de asesinatos históricamente alta: 46 por cada 100 mil habitantes en 2023. El presidente Daniel Noboa, en el cargo desde noviembre, emprende una dura lucha contra las 22 estructuras vinculadas al tráfico de drogas, destacando Los Choneros, Lobos y Tiguerones, con conexiones internacionales, incluyendo el Cartel de Sinaloa.
Las cárceles, transformadas en fortalezas del crimen, son epicentro de la violencia, donde líderes como «Fito» de Los Choneros han escapado sin resistencia. El presidente de 36 años promete mano dura, enfrentando la complicidad de guardias penitenciarios.
La sobrepoblación carcelaria, señalada por la CIDH en 2022, exacerbada por la conexión del 33% de los presos con el narcotráfico, provoca motines y masacres. Tras la reciente fuga, 125 guardias y 14 funcionarios son retenidos, mientras las autoridades investigan estos eventos aparentemente interrelacionados.
Ecuador, antaño un paraíso de paz, se debate ahora en un conflicto interno, donde las cárceles son bastiones del crimen y el narcotráfico amenaza la estabilidad del país.