El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto con sus hijos Donald Jr. y Eric, han sido declarados responsables de una serie de cargos de fraude civil en Nueva York, según dictaminó el juez Arthur Engoron. Este fallo amenaza el imperio empresarial de Trump, quien deberá desembolsar casi US$ 355 millones en ganancias por su participación en actividades fraudulentas.
Los cargos incluyen emitir estados financieros falsos, falsificar registros comerciales y conspiración, como parte de una demanda presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James. La sentencia también prohíbe a Trump desempeñarse como funcionario o director de cualquier corporación en Nueva York durante tres años, además de impedirle solicitar préstamos a instituciones financieras registradas en el estado durante el mismo periodo.
La decisión del juez Engoron también afecta a los hijos adultos de Trump, quienes deberán pagar cada uno US$ 4 millones por sus ganancias personales derivadas del fraude y enfrentarán restricciones similares en sus actividades empresariales en Nueva York durante dos años.
El exdirector financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, y el excontralor Jeffrey McConney también fueron encontrados responsables de múltiples cargos de fraude, con prohibiciones similares impuestas por el juez Engoron.
La abogada y portavoz legal de Trump, Alina Habba, ha respondido al fallo calificándolo de «injusticia manifiesta» y expresando su confianza en que será revocado en apelación, describiendo el proceso como una «caza de brujas» diseñada para «derrocar a Donald Trump».
Este fallo marca un hito en las investigaciones legales contra el expresidente y su círculo cercano, con implicaciones significativas para el futuro de sus negocios y su presencia en el ámbito empresarial y político.