Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación anual de México se estableció en un 4.40% en febrero de 2024, un registro más bajo que en los últimos tres meses previos. Comparado con el aumento del 0.56% del mismo mes en 2023, el Índice Nacional de Precios y Cotizaciones (INPC) de febrero de 2024 mostró un incremento modesto de 0.09%.
En particular, se destacó el desempeño del índice de precios subyacente, que excluye los artículos con precios más volátiles y, por lo tanto, proporciona un indicador más confiable de la tendencia inflacionaria. Este índice subió un 0.49% mensualmente y alcanzó un 4.64% anualmente. En contraste, el índice de precios no subyacente registró una disminución mensual de 1.10%, con un incremento anual de 3.67%.
El análisis del índice subyacente muestra que los precios de los bienes y servicios aumentaron mensualmente en 0.40% y 0.61%, respectivamente. Por otro lado, en el sector no subyacente, los productos agrícolas vieron una disminución mensual del 4.60%, mientras que los energéticos y las tarifas gubernamentales aumentaron un 2.12%.
La canasta básica, que incluye 176 productos y servicios esenciales, experimentó una ligera caída mensual de 0.07% y un incremento anual de 4.04%. Estas cifras representan una mejora significativa en comparación con el aumento del 0.59% y 8.11% del año pasado, respectivamente.
El descenso en la tasa de inflación del 7.82% en 2022, el más alto en dos décadas, al 4.66% en 2023, indica una mayor estabilidad económica.
En este contexto económico, la próxima decisión del Banco de México sobre la política monetaria, programada para el 21 de marzo, se realizará con la tasa de interés en un nivel récord del 11.25% en sus últimas siete reuniones. Este ambiente de estabilidad económica y de baja inflación podría influir en la postura del banco central en cuanto a cambios en la tasa de interés.