Gabriela Gómez Rodríguez, académica del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha proporcionado detalles alarmantes sobre el derrame de hidrocarburos en el Golfo de México que ocurrió el 12 de julio. Según su investigación, el derrame ha cubierto una extensión preocupante de 467 kilómetros cuadrados en esa fecha.
La experta, entrevistada por Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, explicó que tras el procesamiento de imágenes y análisis geográfico del contorno de la mancha de hidrocarburos, se pudo determinar la magnitud del desastre. Además, hizo hincapié en que existen diferentes modelos de corrientes marinas que permiten estimar la dirección que tomará la mancha de combustible.
«Probablemente se dirigirá hacia el este-noreste y eventualmente recalará en las costas del Golfo, en Veracruz, Tamaulipas o Estados Unidos», apuntó Gómez Rodríguez, basándose en el análisis de mapas incluidos en el Atlas de línea base ambiental del Golfo de México, realizado por Romero Centeno y otros en 2021.
Las preocupaciones sobre este desastre ambiental aumentaron aún más cuando un grupo de organizaciones ambientalistas, incluida Greenpeace, alertaron sobre el derrame de hidrocarburos en la misma zona donde, el 7 de julio anterior, se registró el incendio de la plataforma de Pemex Nohoch-A, en la Sonda de Campeche.
Mediante imágenes satelitales, estas organizaciones documentaron el derrame de crudo de las plataformas de la zona y estimaron que, para el 12 de julio, la extensión era de aproximadamente 400 kilómetros cuadrados, lo que equivale a más del doble del área de la ciudad de Guadalajara.
Sin embargo, la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) emitió un comunicado el martes 18 de julio en el que admitía dos fugas «mínimas» en su red de ductos de los campos Ek Balam, pero rechazó las cifras proporcionadas por las ONG. Según Pemex, la fuga real fue de 58 metros cúbicos, equivalentes a 365 barriles de petróleo, y afectó un área estimada de 0.06 kilómetros cuadrados, con un espesor de menos de un milímetro en la película de aceite.
Las autoridades aún no han informado sobre las causas y consecuencias del derrame, lo que ha generado preocupación entre la población y ha llamado la atención sobre la necesidad de tomar medidas para prevenir futuros desastres ambientales en la región. La magnitud y el alcance del derrame plantean una seria amenaza para la vida marina y el ecosistema en general, tanto en México como en las costas de Estados Unidos si la mancha se extiende hacia el noreste, como han previsto los expertos.