Culiacán se encuentra actualmente en medio de un fenómeno de colonización comercial de mercancías orientales, según lo informado por Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC). Esta situación no es del todo nueva, ya que desde hace tiempo los comerciantes locales han comenzado a vender productos de origen chino. Sin embargo, la novedad radica en la llegada de empresarios asiáticos a la ciudad, quienes están realizando inversiones significativas que podrían poner en riesgo la existencia de miles de pequeños negocios locales.
La importación de mercancías Chinas
El comercio local ha empezado a importar una variedad de productos provenientes de China. Gracias a la apertura comercial entre México y este país asiático, se están trayendo artículos como llantas, maquinaria, teléfonos, ropa y equipos para el hogar. A raíz de esta nueva dinámica, la UCC está implementando estrategias para que los comerciantes locales puedan mantenerse competitivos frente a los grandes almacenes chinos. Para ello, están recibiendo asesoría y capacitación de la Secretaría de Economía.
Impacto en los pequeños comerciantes
La llegada de estas tiendas chinas representa un desafío considerable para cientos de pequeños comerciantes, tanto formales como informales. Muchos de ellos están enfrentando serias dificultades para competir en precios, ya que los productos chinos suelen tener descuentos que alcanzan hasta el 70%. En el último mes, se ha registrado una inversión superior a los 30 millones de pesos en la operación de estas tiendas, muchas de las cuales han ocupado locales que anteriormente estaban vacíos.
Buscando un equilibrio comercial
Óscar Sánchez Beltrán ha señalado que el objetivo de la UCC no es cerrar la puerta a las inversiones extranjeras, sino más bien buscar un equilibrio en el comercio local. A pesar de los retos que presentan estas nuevas tiendas, se han generado cientos de empleos y se han registrado derramas económicas millonarias gracias a la llegada de estos negocios. La situación demanda una adaptación tanto de los comerciantes locales como de las nuevas inversiones, para que todos puedan coexistir y prosperar en el mercado de Culiacán.