El panorama agrícola en el valle de El Carrizo se encuentra en peligro, ya que el presidente del Comité Campesino número 17 en la zona, José Manuel Santos Granillo, advierte que hasta un 60 por ciento de las 50 mil hectáreas tradicionalmente destinadas al cultivo de trigo en el ciclo Otoño-Invierno podrían quedar sin siembra debido a la preocupante disminución de los niveles de agua en las presas del norte del estado.
La presa Josefa Ortiz de Domínguez, en particular, se encuentra en niveles alarmantemente bajos, lo que pone en riesgo las labores agrícolas en la región. Los productores de El Carrizo dependen en gran medida de esta fuente de agua para sus cultivos, y la incertidumbre aumenta ya que no se sabe si las lluvias serán suficientes durante lo que resta de septiembre.
Santos Granillo enfatizó la gravedad de la situación al señalar que, incluso con las condiciones actuales, apenas podrían cubrir el 40 por ciento de la superficie destinada al trigo. Esto representa un desafío adicional para los agricultores, quienes ya han enfrentado dificultades relacionadas con los precios, los costos y los insumos.
El plazo apremiante es el 1 de octubre, y si los niveles de agua no mejoran y las lluvias no llegan a las presas, la superficie de cultivo de trigo podría reducirse drásticamente a solo 20 hectáreas de las 50 mil disponibles en el valle.
Esta crisis agrícola se produce después de un ciclo agrícola complicado en todos los aspectos, marcado por los desafíos de precios y la falta de lluvias, lo que plantea serias preocupaciones para los agricultores de El Carrizo.
Los productores esperan que las autoridades tomen medidas para abordar esta crisis y proporcionen soluciones a corto y largo plazo para garantizar la seguridad alimentaria y la estabilidad económica en la región. La incertidumbre en torno a las condiciones climáticas futuras agrega un elemento de preocupación adicional a esta ya difícil situación.