En una ajustada votación de 5-4, la Corte Suprema respalda a la administración Biden permitiendo el retiro del alambre de púas instalado por Texas en la frontera. Esta decisión representa una victoria para Biden, quien presionó por la intervención judicial tras la tragedia de tres migrantes ahogados en una zona bloqueada por funcionarios estatales.
Greg Abbott reacciona afirmando que Texas continuará luchando por su propiedad y autoridad constitucional. Analistas, como Steve Vladeck, destacan la demora en la orden y plantean interrogantes sobre futuros desafíos al federalismo constitucional.
Los alcaldes texanos expresan hartazgo por las tensiones entre Biden y Abbott en la frontera. Los abogados federales argumentan que la posición de Texas desafía la Cláusula de Supremacía, mientras que el estado sostiene que busca proteger su propiedad y seguridad.
El Quinto Circuito evaluará la autoridad federal para retirar el alambre, programando audiencia para febrero. Texas alega que la intervención de la Corte Suprema es innecesaria, destacando que la revisión acelerada del caso por el tribunal de apelaciones resta urgencia al asunto.
En tanto, la procuradora general Elizabeth Prelogar sostiene que las barreras de Texas escalan la obstrucción a la Patrulla Fronteriza. La polémica persiste, poniendo de manifiesto la complejidad de la política migratoria y las tensiones entre poderes federales y estatales en Estados Unidos.