El pasado 8 de julio, Six Flags presentó un plan para reemplazar la atracción de Aquaman por una nueva montaña rusa Tipo A, lo cual implicaría la tala de más de 150 árboles en el bosque de Tlalpan. Sin embargo, la Alcaldía de Tlalpan rechazó esta solicitud.
La alcaldía indicó que no fue consultada previamente por el parque de diversiones, a pesar de que este se encuentra en su territorio. Según un comunicado oficial, la consulta vecinal organizada por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y Six Flags no informó adecuadamente a la comunidad ni preguntó directamente a los residentes si estaban dispuestos a perder parte del bosque.
La administración local subrayó que la simple restitución de árboles jóvenes no compensa la pérdida de árboles adultos, los cuales son vitales para el ecosistema urbano de la Ciudad de México. Además, mencionaron que el proyecto podría tener un impacto ambiental significativo, contribuyendo al cambio climático, la escasez de agua y las inundaciones severas.
Asimismo, la alcaldía lamentó que el proyecto no considere adecuadamente el impacto en la recarga del acuífero y en la flora y fauna endémica de Tlalpan. La dependencia insistió en la necesidad de frenar la presión ambiental causada por el crecimiento urbano, la tala clandestina y el descuido del medio ambiente.
Finalmente, la Alcaldía de Tlalpan y la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) mantuvieron su postura en contra de esta acción, ya que no han otorgado la autorización necesaria. Tlalpan ha sido reconocida por tres años consecutivos como “Ciudad Árbol” por su compromiso con la conservación de los árboles, un reconocimiento otorgado por la Arbor Day Foundation.