El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, confirmó la inclusión de su estado en el Decreto de Subsidio de Energía Eléctrica. Rocha Moya ha estado en comunicación con la Secretaria Particular del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para asegurar que Sinaloa sea incluido en este beneficio, que ya se extiende a Sonora y Baja California. Rocha Moya compartió detalles de su comunicación con la Secretaria Particular a través de WhatsApp.
El decreto incluye tres artículos específicos que detallan cómo se aplicará el subsidio en Sinaloa. Para los usuarios domésticos, el apoyo consistirá en facturar su energía eléctrica a las tarifas y cuotas vigentes de la tarifa 1F durante el periodo de verano. Según Rocha Moya, el costo de este subsidio para el año 2023 será de 903 millones de pesos.
El subsidio de energía eléctrica es un alivio importante para los residentes de Sinaloa, donde las temperaturas veraniegas pueden ser extremadamente altas. La tarifa 1F es la más baja en el sistema tarifario eléctrico de México y se aplica a las zonas con las temperaturas más altas. Este subsidio permitirá a los hogares sinaloenses utilizar más energía para enfriar sus hogares sin preocuparse por un aumento significativo en sus facturas eléctricas.
Mientras el gobernador Rocha Moya celebra este logro para su estado, también es un indicador de la política energética de la administración de López Obrador. Este subsidio, junto con otros esfuerzos de su gobierno, muestra un compromiso con la asistencia a los sectores más vulnerables de la sociedad y un enfoque en la equidad energética.
Además, este Decreto es parte de los compromisos del gobierno federal para garantizar el acceso a servicios básicos, como la electricidad, a toda la población mexicana. En este sentido, el subsidio a la energía eléctrica en Sinaloa representa una estrategia de apoyo a los hogares de menores ingresos y a aquellos ubicados en zonas de altas temperaturas durante el verano.
En conclusión, la confirmación del subsidio de energía eléctrica en Sinaloa es un paso significativo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y un ejemplo de las políticas de equidad energética de la administración actual. A pesar del costo significativo que representa, el beneficio directo para los hogares sinaloenses y el compromiso con la justicia social parecen ser los pilares fundamentales de esta decisión.