Impacto de la sequía en las presas de Sinaloa y medidas de CONAGUA
La situación hídrica en Sinaloa se ha visto comprometida por una intensa sequía, lo que ha llevado a CONAGUA a cerrar cinco presas, limitando su uso exclusivamente al consumo humano. La reducción en los niveles de almacenamiento ha obligado a tomar decisiones muy estrictas respecto a la distribución del agua.
Actualmente, se mantienen operativas seis presas para asegurar el abastecimiento destinado al consumo humano y al ciclo agrícola planificado para 2024-2025. Esta medida responde a la necesidad de preservar el recurso vital en un contexto de disminución crítica.
Síntesis de niveles de almacenamiento y suspensión del riego agrícola
Entre las presas afectadas se encuentra la Luis Donaldo Colosio, que opera con tan solo un 3.4% de su capacidad de almacenamiento, equivalente a 107.6 mm³. La Eustaquio Buelna, por su parte, registra un nivel del 14% o 11.2 mm³, lo que evidencia la gravedad en la disminución de reservas.
Otras instalaciones muestran cifras preocupantes: la presa Guillermo Blake Aguilar cuenta con un 20.3% del almacenamiento (59.8 mm³), mientras que la presa Juan Guerrero Alcocer alcanza el 11.7% (6.5 mm³) y la presa Josefa Ortiz de Domínguez se sitúa en el 9.7% (50.6 mm³). Como consecuencia, se ha suspendido la extracción para riego agrícola, limitándose el uso del agua a fines esenciales.
Análisis del ciclo agrícola 2024-2025 y repercusión en la siembra
El estado se acerca a la etapa final de cierre de los riegos para el ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025, situación que afecta directamente las actividades de siembra programadas. Hasta el momento, solo se ha conseguido sembrar el 60% de las 800 mil hectáreas previstas para este período.
Ante esta coyuntura, se han elegido cultivos de baja demanda de agua, estrategia que busca ajustar la producción agrícola a la limitada disponibilidad del recurso. La medida enfatiza la prioridad en la conservación del agua para el consumo humano, dejando a un segundo plano el riego tradicional.
