Culiacán Sinaloa.- Hablar de Culiacán, es como hablar de «Satanás», y no lo digo yo, lo dicen los especialistas en seguridad.
Con el respeto que se merecen los «Culichis» ya que no todos son personas rebeldes.
Pero, Culiacán como tal, ha fallado en todas las pruebas de una sociedad tranquila.
Es por ello que se ha ganado el título de esta columna, Culiacán ha sido durante la última década, el hijo más rebelde de los 17 hermanos que conforman el gran estado de Sinaloa.
Y es que, Culiacán, siempre es noticia nacional y no por su buen comportamiento, al contrario, la capital del estado siempre destaca en los primeros lugares de desobediencia civil y delitos del fuero común y federales.
Pero no nos vamos tan lejos, a escasos dos años, recordemos.
El caso Ovidio Guzmán bautizado como el jueves negro, fue noticia mundial y dejaron en evidencia la fracturada seguridad de los tres niveles de gobierno que opera en el estado, heridos, muertos, liberados, etc.
Al inicio de la pandemia, Culiacán apareció en los diarios nacionales, esto, por la desobediencia civil al no acatar las recomendaciones sanitarias ante la pandemia del Covid, abarrotaron pastelerías el día del niño y el día de las madres.
Eso sin contar los 3 muertos que tiene por cuota la capital sinaloense, de esos que aparecen a diario todas las mañanas sobre los caminos, carreteras, predios baldíos y hasta ejecuciones a domicilio.
Y sobre todo los inicios de año, sí, la celebración por excelencia de los ‘Culichis’ de disparar sus armas de grueso calibre al aire, disque para dar la bienvenida al nuevo año, una costumbre muy arraigada, este 2021, no fue la excepción.
Sinaloa se lleva la mala fama por el hijo bastardo, «Culiacán», un hijo desenfrenado que le da vuelo a la hilacha para seguir haciendo de las suyas, sin que su padre (Estado) le jale la rienda.
Por: El reportero 📰