Culiacán, Sinaloa.- La Secretaría de Salud, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss), declaró veda sanitaria temporal y preventiva por el fenómeno conocido como “marea roja” en la zona costera de las comunidades de Barras de Piaxtla y Estación Dimas, en San Ignacio y Rosendo Nieblas, Celestino Gazca Villaseñor y Ceuta, en el municipio de Elota, Sinaloa.
El comisionado Jorge Alan Urbina Vidales explicó que está veda implica la prohibición de la extracción, distribución, comercialización y consumo de moluscos bivalvos (ostión, callo de hacha, pata de mula), y caracol, provenientes exclusivamente de la zona costera antes mencionada.
Sostuvo que esta declaración va dirigida a expendedores, restaurantes y comercializadores de moluscos bivalvos y caracol provenientes de esta zona, así como a pobladores y visitantes con el propósito de prevenir posibles intoxicaciones
El titular de Coepriss Jorge Alan Urbina Vidales explicó que esta medida obedece a que los resultados del último muestreo de ostión realizado en esta zona indican que estos se encuentran por arriba de los niveles máximos permisibles de concentración de biotoxinas marinas (saxitoxina), motivo por el cual, el consumo de moluscos bivalvos y caracoles extraídos en el área señalada constituyen un riesgo para la salud de la población.
“Los resultados de estos análisis de laboratorio fueron emitidos por la Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura de la Cofepris y fueron practicados a ostiones de esta zona costera”, explicó.
Apuntó que debido al resultado se procede de inmediato al cierre temporal atendiendo los procedimientos, lineamientos y protocolos del Comité Estatal de Moluscos Bivalvos, lo dispuesto en las Instrucciones de Trabajo del Proyecto Moluscos Bivalvos y Marea Roja de Cofepris, y en lo establecido en la NOM-242-SSA1-2009.
La Coepriss establece el cierre temporal precautorio para la extracción, comercialización y/o consumo de moluscos bivalvos en esta zona costera con el propósito de prevenir y salvaguardar la salud de la población.
“Los bivalvos son moluscos acuáticos y existen diversos tipos, los bivalvos se llaman así porque poseen dos valvas unidas entre sí que forman la concha y están articuladas mediante una charnela. Los ostiones, las almejas, los callos de hacha y las patas de mula son moluscos bivalvos y los caracoles moluscos univalvos”, comentó.
“Hacemos un exhorto general, tanto a restaurantes establecidos como a expendedores y comercializadores particulares de ostión, callo de hacha, pata de mula y caracol, así como a pobladores y visitantes de estos lugares a evitar el consumo de estos productos”, advirtió.
Jorge Alan Urbina Vidales apuntó que se realizaron las solicitudes correspondientes a las instancias competentes y se ha hecho del conocimiento de los interesados la situación para coadyuvar en este asunto.
Explicó que la “marea roja” es un fenómeno natural en el que se presenta una acumulación de microalgas tóxicas o no tóxicas, que de acuerdo a su especie y cantidad, pueden o no cambiar la tonalidad del agua. “Algunas de estas microalgas pueden afectar a diversas especies marinas”, sostuvo.
Explicó que la biotoxina marina son compuestos químicos producidos por microalgas que son utilizados como elementos de estrategia de la naturaleza para combatir la predación, en la lucha por el espacio o como defensa contra el crecimiento desmesurado de otros organismos.
Sin embargo, los moluscos bivalvos, al alimentarse en presencia de una marea roja, pueden acumular dentro de su organismo estas biotoxinas y al ser cosechados representan un riesgo de salud para los consumidores pues pueden intoxicarse.
“Los síntomas de intoxicación pueden aparecer de 20 a 40 minutos después de la ingestión, dependiendo del tipo de toxina, la cantidad ingerida y las condiciones inmunodepresoras de la persona. Con comer un solo molusco contaminado es suficiente para intoxicarse. La toxina es resistente a altas temperaturas: resiste la cocción”, precisó.
Expuso que los moluscos tóxicos no pueden identificarse a simple vista, ya que la toxina no altera su color, olor ni sabor.
Algunos de los síntomas que pueden presentarse al consumir moluscos contaminados con toxinas son hormigueo en labios, lengua, boca y yema de los dedos, adormecimiento de piernas, brazos y cuello, falta de coordinación en músculos, dificultad para respirar, dolor de cabeza, sensación de tener mucho sueño, incoherencia al hablar, diarrea, vómito, náuseas y dolor abdominal.
“Son los niños, ancianos e individuos inmunodeprimidos los que corren mayor riesgo de intoxicación. Si alguna persona llega a presentar algún cuadro clínico atribuido al consumo de estos productos marinos, debe acudir de inmediato a la unidad médica más cercana, no auto medicarse e informar al médico sobre los alimentos que haya consumido”, aseveró.
Finalmente, apuntó que cuando hay marea roja generalmente no hay peligro para bañarse en el mar y se puede comer con seguridad productos como pescados, jaiba, camarón o langosta. “Solamente es necesario evitar los moluscos bivalvos y los caracoles”, concluyó.