La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha anunciado oficialmente la asistencia de miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a su toma de protesta, programada para el próximo 1 de octubre en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Este evento se enmarca dentro de un acto republicano, que contará con la presencia de destacados miembros del Congreso de la Unión, gobernadores de diversas entidades y más de cien representantes internacionales.
Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum destacó la importancia del evento, subrayando que la toma de protesta no solo representa un hito en su carrera política, sino también un momento significativo para la política mexicana. Acompañada de líderes de varias naciones, su ceremonia de investidura busca fortalecer las relaciones diplomáticas y la cooperación internacional.
Entre los invitados especiales se encuentra Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, quien asistirá a una cena exclusiva por la tarde-noche del mismo día. Este encuentro busca crear un espacio para el diálogo entre líderes mundiales, así como consolidar la presencia de México en el contexto internacional.
Además, Sheinbaum Pardo ha confirmado que sostendrá breves reuniones bilaterales con varios presidentes que han sido invitados. Algunas de estas reuniones se llevarán a cabo durante una comida que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecerá a mandatarios de Latinoamérica, marcando así una despedida oficial de su administración.
Hasta la fecha, más de 105 representantes internacionales han confirmado su asistencia a la toma de protesta. Entre los dignatarios se encuentran embajadores, senadores, presidentes y vicepresidentes de diferentes países. Este amplio espectro de invitados resalta la relevancia del evento y su impacto en las relaciones internacionales de México.
La presidenta electa compartió en sus redes sociales la lista de mandatarios que asistirán a la ceremonia, incluyendo figuras como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile. Este evento no solo simboliza un nuevo capítulo para México, sino que también establece una plataforma para abordar retos globales en conjunto.