La prisión que se hizo famosa el 19 de enero de 2001 por el escape de Joaquín Loera “El Chapo” Guzmán, cierra sus puertas por remodelación.
Dicha prisión se ubica en la carretera libre a Zapotlanejo, Jalisco y su cierre tiene que ver con una cuestión de remodelación a la infraestructura que al mismo tiempo está asociada para garantizar los derechos humanos dentro del penal a los reos.
Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, familiares de los prisioneros comenzaron a presentar nuevamente denuncias asociadas con el mal trato que se les da a los internos y la falta de higiene, pues consideraban la prisión como un foco grande de infección.
Se sabe que el penal tiene una capacidad de 2, 992 lugares, sin embargo, contaba con sobrepoblación al tener albergados a más de 6 mil prisioneros.
La CNDH en 2019 a través del Diagnostico Nacional de Supervisión Penintenciaria, calificó a Puente Grande con 3 puntos de 10, emitiendo una alerta al gobierno sobre las deficiencias de dicho Centro.
Por esta y otras razones, el Centro Federal de Readaptación Social, cerró sus puertas hoy 28 de septiembre buscando modernizar sus espacios en acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, donde se expresa que su clausura busca “Generar acciones para la modernización y reingeniería en materia penitenciaria, privilegiando lo establecido en el artículo 18 de nuestra Carta Magna, que señala que el sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos”.
Tanto los reos como el personal que laboraba en dicho establecimiento serán trasladados a otros Centros Penitenciarios con el cuidado y las precauciones que hagan falta.