El reconocido entrenador de perros, César Millán, ha regresado a su ciudad natal, Mazatlán, para pasar unos días antes de Semana Santa. Durante su visita, Millán compartió recuerdos de su infancia en la ciudad costera, destacando la importancia de recordar las raíces y estar agradecido por lo alcanzado en la vida.
En sus declaraciones, Millán mencionó cómo solía jugar al Chinchilagua, un juego típico de la zona, y cómo disfrutaba de actividades como patinar y jugar béisbol en las calles de Mazatlán. Su mensaje estuvo centrado en la idea de la redención y el orgullo por sus raíces sinaloenses y mazatlecas.
A pesar de su reconocimiento internacional y su éxito como figura pública, César Millán se mostró cercano y sencillo, compartiendo con sus seguidores parte de su historia y resaltando la importancia de valores como la gratitud y el reconocimiento de la propia identidad cultural.