Aumento de la Violencia en Centros de Rehabilitación en Mazatlán
En Culiacán, Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya ha informado sobre un incremento reciente en actos violentos y ataques dirigidos a centros de rehabilitación. A diferencia de Culiacán, donde actualmente no se están realizando desalojos, en Mazatlán sí se han llevado a cabo estas medidas. Este aumento de la inseguridad ha generado preocupación entre las familias, muchas de las cuales han optado por retirar a sus hijos y parientes de dichas instituciones.
La situación en Mazatlán se ve agravada por la existencia de un elevado número de centros de rehabilitación, tanto regulados como no regulados. Esta proliferación de establecimientos incrementa la vulnerabilidad de las instalaciones ante posibles actos de violencia, dificultando la implementación de medidas de seguridad efectivas.
Incendio en Centro de Rehabilitación del Fraccionamiento Jacarandas
Recientemente, se reportó un grave incidente en Mazatlán donde un grupo de civiles armados incendiaron un centro de rehabilitación ubicado en el fraccionamiento Jacarandas. Este ataque resultó en lesiones para 19 internos, quienes sufrieron quemaduras a causa del incendio. El hecho ha exacerbado la percepción de inseguridad en torno a estos centros y ha generado reacciones de alarma entre la población.
El gobernador Rubén Rocha Moya explicó que la particular situación en Mazatlán, con múltiples centros de rehabilitación, tanto oficiales como informales, ha aumentado la susceptibilidad de estas instituciones ante actos violentos. La falta de regulación uniforme contribuye a que algunos establecimientos no cuenten con las medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad de sus internos.
Decisiones de las Familias frente a los Desalojos en Centros de Rehabilitación
A pesar de los recientes desalojos en Mazatlán, el gobernador señaló que existen familias que han decidido mantener a sus familiares dentro de los centros de rehabilitación. Estas familias confían en la atención y el cuidado que proporcionan dichas instituciones, optando por continuar con el proceso de rehabilitación a pesar de las circunstancias adversas.
La decisión de algunas familias de permanecer con sus seres queridos en los centros indica una diferencia de opinión respecto a la eficacia y seguridad de las instalaciones. Mientras algunas eligen retirar a sus familiares por temor a la violencia, otras mantienen la esperanza en los beneficios del programa de rehabilitación ofrecido.