Disputa entre organizaciones criminales en Chiapas: análisis de debilidades y movimientos
En los últimos años se ha observado una intensa disputa en el estado de Chiapas, donde los grupos criminales han competido por el control del territorio. La evolución de la violencia y los cambios en la estructura de las organizaciones reflejan un escenario en el que la rivalidad y la fragmentación han marcado la dinámica en la región.
Hasta julio de 2021, el Cártel de Sinaloa era la organización predominante en esta zona, manteniendo una presencia consolidada en el área a través de una estructura robusta y redes consolidadas. Sin embargo, hechos recientes han evidenciado un cambio en el balance de poder, generando un ambiente volátil en el ámbito del crimen organizado.
Impacto del cambio en la jerarquía criminal y repercusiones internas
El asesinato de Ramón Gilberto Rivera, alias «El Junior», representó un punto de inflexión para el Cártel de Sinaloa, ya que desencadenó movimientos internos que pusieron en riesgo la cohesión de la organización. Las disputas internas y la pérdida de un líder clave facilitaron la apertura de espacios para que grupos rivales fortalecieran su presencia.
La fractura en la cúpula del cártel evidenció debilidades estructurales que se tradujeron en un debilitamiento del dominio tradicional sobre la región. Los cambios internos derivaron en una redistribución de recursos y en alteraciones en las líneas de mando, dando pie a un ambiente de competencia interna que impacta en el control territorial.
Expansión estratégica y reconfiguración táctica del CJNG en Chiapas
Frente a las circunstancias generadas por la crisis interna del Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha aprovechado el contexto para expandir su influencia en Chiapas. La organización rival ha implementado estrategias que le han permitido establecer alianzas con grupos locales, sumando recursos humanos y tácticos a su organización.
Este grupo ha diversificado sus acciones al integrar conocimientos del terreno y facilitar su movilidad en rutas carreteras y zonas montañosas. La adopción de estas tácticas refleja una reconfiguración en la forma de operar, en la que la identificación de oportunidades estratégicas ha sido determinante para el fortalecimiento de su presencia.
Movilización de fuerzas, alianzas estratégicas y vínculo con el ámbito político
Las asociaciones entre el CJNG y actores locales han permitido la incorporación de cuotas adicionales de poder de fuego y personal, lo que ha influido en la movilidad y la operatividad en zonas de difícil acceso. Esta dinámica ha posibilitado un control más efectivo de rutas y territorios que facilitan el intercambio de información y la planificación de estrategias operativas.
El análisis de datos recopilados por diversas fuentes, incluidos estudios realizados por organismos independientes, sitúa al CJNG en el núcleo de la red de alianzas entre actores armados no estatales en la región. La consolidación de estas alianzas ha colocado al grupo en una posición ventajosa, evidenciando la relevancia de las estrategias de cooperación y la diversificación de sus operaciones en un contexto territorial complejo.
