El 4 de enero de 2024, los residentes de la región norte de Tijuana fueron despertados por el sonido de disparos, presagiando un nuevo asesinato en la fronteriza ciudad de Tijuana. El incidente fue uno más de los numerosos crímenes que se han producido regularmente durante al menos el último año. La víctima fue identificada como Antonio, empleado del Motel López ubicado en la calle Coahuila. Según los informes iniciales de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California, Antonio fue atacado en el estacionamiento de su lugar de trabajo poco después de las 6:30 de la mañana con un arma de fuego de 9 milímetros.
Después del ataque, la Policía Municipal arrestó a Leonel Francisco «N» mientras intentaba huir de la escena del crimen. Aunque fue detenido por su presunta participación en el asesinato, su arresto atrajo la atención de las autoridades sobre una mujer sospechosa de coordinar los asesinatos en Tijuana, actividad que ha aumentado debido a la lucha por el control de la región entre varias facciones delictivas.
El 11 de febrero de 2024, la Policía Municipal de Tijuana ejecutó una orden de arresto contra Magali «N», también conocida como La Morena. Según información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) citada por Zeta Tijuana, se sospechaba que Magali estaba involucrada en el asesinato de Antonio.
Desde mayo de 2023, Tijuana ha sido azotada por una oleada de asesinatos, especialmente en las regiones norte y central de la ciudad. Aunque la ciudad ha sido testigo de numerosos actos de violencia debido a su proximidad a la frontera con Estados Unidos, se cree que los recientes asesinatos están relacionados con la lucha por el control de la región entre diversas células delictivas.