El candidato del Partido del Trabajo (PT) a la alcaldía de Atoyac, ubicado en la región de la Costa Grande de México, Alfredo González Díaz, fue asesinado trágicamente a tiros en la tarde de un domingo. La Fiscalía General del Estado (FGE) proporcionó información adicional sobre el incidente, afirmando que González Díaz fue atacado alrededor de las 3 de la tarde mientras se encontraba en su vehículo en el bulevar Juan Álvarez en la cabecera municipal de Atoyac.
La FGE confirmó que el asesinato de González Díaz fue perpetrado con un «arma de fuego» y que actualmente se está llevando a cabo una investigación por homicidio para rastrear a los responsables de este acto de violencia. Hasta el momento no se ha dado información sobre posibles sospechosos o motivaciones detrás del asesinato.
El asesinato de González Díaz se suma al creciente número de políticos y candidatos asesinados en México en los últimos años. La violencia política se ha convertido en una preocupación significativa en el país, especialmente en las regiones más pobres y rurales, donde los grupos criminales a menudo operan con impunidad. En muchos casos, los candidatos políticos son blanco de ataques debido a sus esfuerzos por reprimir la actividad criminal y la corrupción.
Estos asesinatos también han generado preocupaciones sobre las futuras elecciones y la democracia en México en general. Los críticos argumentan que la violencia y la intimidación pueden desalentar a las personas a postularse para cargos públicos, socavando la competencia política y el proceso democrático. Algunos también temen que esto pueda llevar a un aumento de la corrupción, ya que los políticos pueden verse obligados a hacer acuerdos con los grupos criminales para garantizar su propia seguridad.
Este evento se suma a una larga lista de actos violentos en el contexto de las elecciones en México. Tanto organizaciones nacionales como internacionales han hecho llamados para que se garantice la seguridad de los candidatos y se persiga a los responsables de estos crímenes. La impunidad en estos casos puede alimentar un ciclo de violencia y corrupción que podría tener graves consecuencias para la estabilidad y el desarrollo del país.