Irregularidades en la Videovigilancia y Seguridad Urbana
Autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública informaron que, a pesar de haber retirado más de mil dispositivos de videovigilancia en diversas calles de Culiacán, se ha observado su reinstalación en ciertas colonias. La reincorporación de estos equipos se ha detectado en recorridos realizados en sectores de la ciudad, especialmente en la zona sur, donde previamente se habían identificado cámaras en funcionamiento irregular.
El recambio de estos dispositivos presenta la posibilidad de usos alternativos, presuntamente en actividades ilícitas. Las autoridades han comprobado que estas cámaras, consideradas obsoletas y de baja eficacia para la vigilancia, están siendo recuperadas a pesar de los esfuerzos de eliminación. Este hecho plantea interrogantes sobre la operatividad y el control en la implementación de medidas de seguridad.
Contexto de la Operación y Datos de la Dependencia
Durante los recorridos de inspección, se han vuelto a instalar equipos que anteriormente habían sido retirados en zonas identificadas, sin contar con el dato exacto del número actual. Según las declaraciones de una vocera de la dependencia, Verona Hernández, la situación se repite en sectores específicos de la ciudad y evidencia una posible reutilización de elementos potencialmente inservibles para la correcta vigilancia.
La información recabada señala que muchas de las cámaras retiradas por considerarse obsoletas podrían no cumplir con los requisitos mínimos para su funcionalidad. Sin embargo, la reincorporación de algunos de estos dispositivos hace visible la necesidad de revisar los protocolos de sustitución y destrucción de equipos destinados a la seguridad pública.
Reinstalación de Cámaras y Desafíos en la Infraestructura de Seguridad
La reinstalación observada de equipos de videovigilancia en las zonas urbanas se realiza en un contexto en el que se pretendía asegurar la eliminación de elementos irregulares. La acción inicial, que contempló el retiro de más de mil cámaras, ha servido para evidenciar que la práctica de reinstalación continúa en ciertos sectores, pues se detectaron equipos nuevamente montados en las mismas áreas.
El despliegue ulterior de estos dispositivos plantea inquietudes sobre la eficacia de las medidas empleadas. Los equipos que se volvieron a instalar, a pesar de ser catalogados como obsoletos, han dado lugar a una situación en la que el control y la administración de la videovigilancia parecen estar sometidos a desafíos operativos y de coordinación interna.
Estrategia de Sustitución y Control de Equipamiento
La estrategia de retirar cámaras consideradas poco útiles para la vigilancia se ha visto comprometida por la reinstalación inadvertida de algunos dispositivos en calles y colonias. De esta forma, el esfuerzo de eliminar equipos irregulares se contrapone a la práctica de volver a instalarlos, lo que sugiere la necesidad de implementar controles adicionales.
La información proporcionada desde la dependencia permite entender que, a pesar de las acciones emprendidas, el recambio de estas cámaras no ha sido completamente exitoso. Así, se enfatiza la importancia de la revisión constante y la actualización de protocolos para garantizar que la infraestructura de seguridad cumpla con un estándar que permita un monitoreo efectivo sin recurrir a instrumentos vencidos.
