Hallazgo inquietante en Mazatlán: Cuerpo con marcas de tortura y violencia
En la mañana de un jueves se detectó la presencia de un cuerpo sin vida en un camino de terracería, ubicado entre el Ejido El Venadillo y el Fraccionamiento Hacienda del Seminario, en el norte de Mazatlán. La situación se presentó con indicios claros de violencia, ya que el cadáver exhibía evidentes señales de agresión.
El hallazgo destaca por la complejidad de los indicios encontrados, pues el cuerpo presentaba múltiples signos de maltrato: estaba atado de manos, marcadamente golpeado y mostraba impactos de arma de fuego, lo cual apunta a un episodio de violencia extrema.
Detalles del occiso y características físicas observadas
El individuo encontrado tenía una edad estimada entre 40 y 50 años y presentaba rasgos físicos bien definidos. Se observó que su tez era morena, complementada por un cabello negro y un estilo de vestir sencillo, que incluía pantalón de mezclilla oscuro, botas negras de trabajo y una camisa de cuadros de manga larga.
La descripción física del hombre proporciona información relevante para la identificación, sin que aún se haya determinado si los golpes y disparos ocurrieron en el mismo sitio o si el cadáver fue trasladado luego de haber sufrido agresiones en otro lugar.
Investigación policial y análisis forense: Evidencia y actuación de peritos
Autoridades de diversos niveles de gobierno acudieron al lugar del hallazgo para iniciar la investigación del hecho. Los elementos de la investigación se centraron en recopilar toda la información posible con el objetivo de integrar la carpeta correspondiente y esclarecer los detalles del suceso.
El operativo incluyó la presencia de peritos de la Fiscalía General del Estado, quienes comenzaron a recabar evidencias en la escena, enfatizando la importancia de mantener la cadena de custodia de cada indicio relacionado con el caso.
Procedimientos forenses y recolección de evidencia en la escena
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para realizar la necropsia de ley, un proceso que permite obtener información objetiva acerca de las causas que originaron los impactos evidenciados en el cadáver. La intervención forense se ha convertido en una herramienta primordial para reconstruir la secuencia de hechos verificables en la escena.
La recolección de evidencia se concentra en el análisis minucioso de cada indicio hallado en el lugar, asegurando que los peritos documentan y preservan cada elemento, con el fin de facilitar los estudios posteriores y establecer, de manera objetiva, las circunstancias que llevaron al lamentable suceso.