Participación y Ejecución de la Iniciativa Boxeando por la Paz
Con la intervención de 1812 personas privadas de la libertad en los centros penitenciarios de Culiacán, Mazatlán, Angostura y Ahome en Sinaloa se dio inicio a la iniciativa Boxeando por la Paz, desarrollada en el marco del Día Internacional del Deporte decretado por la ONU. La actividad se implementó de manera puntual para fomentar la disciplina y el orden a través de dinámicas deportivas estructuradas.
El evento se caracterizó por integrar tanto a hombres como a mujeres, quienes participaron en sesiones de boxeo orientadas a promover la competencia sana y la cohesión grupal. El programa fue diseñado para introducir actividades deportivas masivas en entornos penitenciarios, marcando un precedente en la aplicación de medidas orientadas a la reinserción social.
Implementación del Boxeo en Centros Penitenciarios y Medidas Deportivas
Durante la jornada, se impulsaron dinámicas enfocadas en el boxeo, un deporte reconocido por su exigencia técnica y física. La práctica se presentó como un método para fomentar el sentido del compromiso y el respeto a las normas dentro de los recintos penitenciarios.
La actividad se destacó por ser una iniciativa sin precedentes en el contexto carcelario, situándose como una herramienta que permite no solo desarrollar habilidades deportivas, sino también promover el trabajo en equipo y la interacción ordenada entre los participantes.
Deporte, Disciplina y Proceso de Reinserción Social en el Sistema Penitenciario
El director de Prevención y Reinserción Social de Sinaloa, José Miguel Alarcón García, subrayó que el deporte se convierte en uno de los ejes fundamentales junto a la educación, la salud, el trabajo y la capacitación para facilitar un proceso eficaz de reinserción. Se destacó la relevancia del boxeo como disciplina que estimula el desarrollo físico y mental de los participantes.
Las dinámicas deportivas enfatizaron la importancia de la disciplina y la sana competencia en un entorno controlado, condiciones que propician un fortalecimiento de capacidades e impulsan una mejor integración social de las personas privadas de libertad. La aplicación de estas actividades muestra un esfuerzo por incorporar metodologías orientadas a transformar las condiciones del sistema penitenciario.