El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado su preocupación sobre la reciente escalada de violencia en la Franja de Gaza, controlada por Hamas, especialmente tras un ataque israelí que tuvo como objetivo una cola de reparto de ayuda humanitaria. Este suceso resultó en la muerte de más de 100 personas e hiriendo al menos a 760.
Según el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, cientos de gazatíes estaban esperando recibir dicha ayuda en la ciudad de Gaza cuando se produjo el ataque. En respuesta, el Ejército israelí justificó su acción alegando que dispararon contra una multitud que consideraban «una amenaza». Adicionalmente, apuntaron que varios de los heridos fueron consecuencia de «empujones y pisoteos» cuando la multitud rodeó los camiones de ayuda humanitaria.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, coincidió con el presidente Biden en que este incidente podría complicar las negociaciones para un alto al fuego y la liberación de rehenes. Sin embargo, aseguró que EE.UU. seguirá presionando para alcanzar un acuerdo.
El conflicto en Gaza ha cobrado la vida de más de 30,000 personas desde que se inició el 7 de octubre, tras un ataque contra Israel perpetrado por miembros de Hamas, que mataron a 1,200 personas y secuestraron a más de 200.
Estos sucesos tienen lugar en un contexto lleno de tensiones y conflictos, con décadas de desacuerdo entre Israel y Palestina sobre cuestiones territoriales y de soberanía. El reparto de ayuda humanitaria es esencial para la supervivencia en zonas de conflicto, y este incidente demuestra la desesperación del pueblo gazatí para conseguir alimentos, agua y medicinas. La comunidad internacional ha insistido en la urgencia de un «alto el fuego temporal» para permitir la entrada de más ayuda y la liberación de rehenes.