Recientemente, se llevaron a cabo las primeras autopsias de cuatro de las siete víctimas que perdieron la vida al hundirse un superyate durante una tormenta en Italia. Los resultados han revelado un fenómeno llamado «ahogamiento en seco» o «ahogamiento atípico». Este término se utiliza para describir situaciones en las que las víctimas no tienen agua en los pulmones, la tráquea o el estómago. En este caso, se sugiere que las víctimas encontraron una burbuja de aire en la cabina y consumieron todo el oxígeno disponible antes de que esta se volviera tóxica.
Investigación en Curso
El yate, que medía 56 metros, se hundió después de ser golpeado por un tornado el pasado 19 de agosto. Actualmente, se está llevando a cabo una investigación sobre el incidente, y entre los investigados se encuentran el capitán del barco y otros miembros de la tripulación. Se les investiga por posibles cargos de «homicidio múltiple» y por causar el naufragio. Con el objetivo de obtener más información sobre el suceso, se ha decidido izar el yate.
Impacto Medioambiental
Una de las preocupaciones principales tras el hundimiento del yate es el riesgo de contaminación marina, ya que la embarcación contiene 18,000 litros de combustible que podrían derramarse en el mar. Las autoridades están tomando medidas para prevenir este potencial desastre medioambiental, asegurándose de que el combustible no cause daño al ecosistema marítimo circundante.
Pruebas Adicionales
Aún se esperan los resultados de las pruebas toxicológicas realizadas a las víctimas, lo que podría arrojar más luz sobre las circunstancias que rodearon sus muertes. Por el momento, no se han realizado pruebas de alcoholemia o de detección de drogas a la tripulación, lo que deja algunas preguntas sin respuesta respecto al estado de los operadores del yate durante el accidente.