En el peor accidente ferroviario de la historia reciente de la India, ocurrido la tarde-noche del viernes, cuerpos desmembrados y escenas de horror han dejado a los sobrevivientes traumatizados. Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de 300 personas y 900 heridos, de los cuales al menos 56 se encuentran en estado grave. El incidente involucró a tres trenes y ha dejado un rastro de destrucción y sufrimiento.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 19:00 horas del viernes, cuando el Coromandel Express, un tren de pasajeros que conecta Calcuta con Chennai, chocó contra un tren de mercancías estacionado cerca de Balasore, en el Estado de Odisha. Este impacto provocó el desplazamiento de algunos convoyes hacia la vía contraria, por donde transitaba el Howrah Superfast Express. Este último tren viajaba a una velocidad de aproximadamente 120 kilómetros por hora y colisionó violentamente con los vagones desplazados. En total, los dos trenes transportaban a unos 3.400 pasajeros.
El accidente de Odisha se ha convertido en uno de los peores desastres ferroviarios en la historia de la India, superando en número de víctimas a los ocurridos en 1981, con más de 800 fallecidos, y en 1995, con 358 muertes. La red ferroviaria pública del país, que cuenta con más de 68.000 kilómetros de vías, es utilizada diariamente por aproximadamente 9,6 millones de personas, según datos del Ministerio de Ferrocarriles de 2021. Ese mismo año, se registraron 17.993 accidentes de trenes, que provocaron la muerte de 16.431 personas y dejaron heridas a otras 1.850, según un informe de la Oficina Nacional de Registro de Crímenes de la India (NCRB).
Desesperados por encontrar a sus seres queridos, los familiares de las víctimas han clamado por ayuda entre los cuerpos apilados en los alrededores de las vías. Más de una decena de vagones descarrilaron y quedaron esparcidos por las vías y sus alrededores, mientras que muchos pasajeros quedaron atrapados en el interior de los trenes.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, visitó el lugar del accidente, así como a los heridos y sus familias, y expresó su dolor y solidaridad. «El Gobierno no dejará una piedra sin mover para tratar de ayudar a los afectados y para investigar el suceso desde todos los ángulos», declaró el primer ministro. «Si hay culpables, serán castigados con dureza», agregó desde un hospital de la zona.
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