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Detalles del incidente y fallas técnicas en el tren de aterrizaje
Esta noche se presentó un suceso en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando un avión de KML, Boeing 787 procedente de Ámsterdam, reportó fallas técnicas en el tren de aterrizaje. La anomalía se identificó como una baja presión en el neumático número 6, lo que activó el protocolo de emergencia y determinó el aterrizaje en la pista asignada.
La información preliminar sugiere que la falla en el sistema de amortiguación del tren de aterrizaje pudo haber afectado levemente el funcionamiento normal del avión. La situación permitió analizar la operatividad técnica del equipo, sin que se evidenciasen fallos adicionales durante el descenso controlado de la aeronave.
Implementación de protocolos de emergencia y medidas de seguridad
El incidente provocó la inmediata activación de protocolos de emergencia establecidos en el aeropuerto. De acuerdo con los procedimientos vigentes, se puso en funcionamiento el equipo de rescate y se procedió al desalojo organizado de los pasajeros en la Terminal 1 del aeropuerto Benito Juárez. Las medidas adoptadas reflejan el estricto cumplimiento de la normativa en situaciones imprevistas.
Durante el operativo se mantuvo una comunicación constante con la torre de control para coordinar la operación en tiempo real. La sincronización de las acciones operativas aseguró que la situación se manejara de forma puntual, permitiendo que el control del incidente se efectuase sin mayores complicaciones.
Interacción operativa entre la aerolínea y la torre de control
Los representantes de la aerolínea se comunicaron oportunamente con la torre de control para notificar el problema identificado en el tren de aterrizaje. Esta interacción permitió dar a conocer la anomalía técnica de manera clara, detallando que la baja presión en uno de los neumáticos del avión motivó el procedimiento de emergencia y el subsecuente aterrizaje.
La coordinación operativa entre el personal de la compañía y el equipo de control mostró una respuesta rápida ante el inconveniente. La gestión simultánea de la comunicación y la operación consolidó el flujo de información, garantizando que la actuación no interfiriera con las operaciones regulares del aeropuerto.
