Incursión Aérea de Ucrania en Territorio Ruso
Anoche, el Ejército de Ucrania lanzó un ataque sobre suelo ruso utilizando una flota de más de 120 drones, marcando la mayor ofensiva aérea registrada desde el inicio del año. El Ministerio de Defensa de Rusia informó a través de su canal de Telegram que las fuerzas antiaéreas lograron interceptar y derribar un total de 123 drones durante la pasada noche y la madrugada siguiente.
Ukraine launched more than 120 drones at Russian targets overnight, including an oil refinery in Ryazan. Scope of damage/casualties unclear. (https://t.co/joaanMGrk0) pic.twitter.com/0xf6tD4mpv
— Mike Eckel (@Mike_Eckel) January 24, 2025
De estos, uno de los drones atacó la capital rusa, Moscú, siendo abatido en la región de Kolomna y Ramenskoe. Según declaraciones del alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, los fragmentos de los drones caídos no causaron daños materiales ni víctimas. Posteriormente, se confirmó la destrucción de otros dos drones en Podolsk, situada a 40 kilómetros al sur de Moscú.
Impacto en Infraestructuras Aeroportuarias Rusas
El ataque provocó la interrupción temporal de vuelos en tres aeropuertos de Moscú, así como en los aeropuertos de seis otras ciudades importantes: Kazán, Nizhnikamsk, Penza, Samara, Sarátov y Ufá. Esta medida de seguridad se implementó para evaluar y mitigar posibles amenazas adicionales derivadas del ataque con drones.
Además de la capital, la región de Leningrado, cercana a San Petersburgo, fue también un objetivo, donde fueron derribados tres drones. En la región de Briansk, al compartir frontera con Ucrania, se interceptaron 37 unidades aéreas. Asimismo, en la región de Riazán, se destruyeron 20 drones, lo que resultó en un incendio cerca de una refinería de petróleo sin causar pérdidas humanas.
Objetivos Estratégicos del Ataque Ucraniano
Andrí Kovalenko, líder del Centro contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, detalló que los objetivos incluyeron una refinería y un depósito de combustible en Riazán, así como una fábrica de componentes electrónicos para misiles en Briansk. Estos ataques buscan debilitar la capacidad logística y de fabricación del complejo militar-industrial ruso.
Kovalenko subrayó la relevancia de la refinería atacada para el suministro de combustible esencial al sector militar ruso. Además, señaló que la fábrica ‘Kremni’ en Briansk, dedicada a la producción de microchips para misiles y drones, ya había sido blanco de acciones ucranianas previas, evidenciando una estrategia continua para impactar la infraestructura tecnológica rusa.