En una declaración contundente durante la conferencia matutina del 30 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a la solicitud del alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, de indultar a Mario Aburto Martínez, asesino confeso de su padre. El mandatario federal señaló que el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial en 1994 por el PRI, no puede quedar impune, considerándolo un asunto de Estado.
«Aprovecho para contestarle al hijo de Luis Donaldo, que me pide que yo indulte: quiero contestar que no puedo hacerlo. Sé que él ya no quiere ni su familiares, saber nada de esto que fue terrible, pero se trata de un asunto de Estado. Yo quiero que, en lo que a mí corresponde, no se deje de investigar», declaró López Obrador.
El presidente enfatizó que durante su administración no se dará carpetazo a un caso tan importante como este, ya que permitiría la continuación de la impunidad. «Ningún crimen debe quedar impune, pero cuando se trata de un caso así, mucho menos, porque estamos hablando de la estabilidad política, de la violencia que afecta a todo un país, se trata de un dirigente, de un candidato», añadió.
López Obrador aseguró que no tiene intención de politizar este caso y destacó la importancia de evitar la impunidad, especialmente cuando hay posibles vínculos con instituciones del Estado. Las declaraciones del presidente se produjeron después de que la Fiscalía General de la República revelara nuevos detalles sobre la investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio, incluyendo la implicación de un segundo tirador vinculado al CISEN y a Genaro García Luna.
El presidente recordó que siempre se sostuvo que Aburto Martínez no actuó solo en los hechos, subrayando la importancia de la investigación y el esclarecimiento total del caso.