El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha anunciado oficialmente que no asistirá a la próxima Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) programada para el 18 de diciembre en San Francisco, California. El motivo detrás de esta decisión radica en la falta de relaciones diplomáticas entre México y Perú, país que será el anfitrión del evento en 2024.
Durante su habitual conferencia matutina, el presidente López Obrador reveló que fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien le extendió la invitación para participar en la APEC, la cual declinó cortésmente. En cambio, invitó al presidente Biden a visitar México en un esfuerzo por fortalecer los lazos bilaterales entre ambos países.
«No voy a asistir a la cumbre en San Francisco porque no tenemos relaciones con Perú, y esta reunión está destinada a tratar asuntos de Asia-Pacífico, en los que no deseamos participar», declaró AMLO.
La elección de Perú como anfitrión para la APEC en 2024 se ha convertido en un punto de fricción en las relaciones entre México y Perú. López Obrador aprovechó la ocasión para reiterar su llamado a la liberación del expresidente peruano Pedro Castillo, quien fue detenido en diciembre de 2022 tras un intento de disolver el Congreso y ha sido motivo de controversia en la región.
El presidente mexicano expresó su creencia de que Castillo está «injustamente encarcelado» por la oligarquía corrupta de Perú, lo que ha contribuido a la enemistad actual entre ambas naciones. Además, reveló detalles sobre su viaje a Chile, en el que evitó el espacio aéreo peruano para evitar conflictos diplomáticos, lo que alargó su viaje al rodear otros países.
Asimismo, López Obrador compartió que durante su estancia en Chile, se enteró de la solicitud de la presidenta peruana, Dina Ercilia Boluarte, para utilizar el espacio aéreo mexicano en un viaje relacionado con la ONU. El presidente mexicano accedió a esta petición, contribuyendo así a la normalización de las relaciones entre ambos países.
Esta negativa de AMLO a asistir a la APEC en San Francisco plantea interrogantes sobre las relaciones diplomáticas futuras entre México y Perú y sus implicaciones en el contexto de la cooperación económica en la región Asia-Pacífico.