El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a las manifestantes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para que protesten de manera pacífica y sin cubrir sus rostros. Durante una conferencia matutina en Michoacán, el presidente insistió en que México es un país de libertades, donde se garantiza el derecho a la manifestación y la expresión. Advirtió que no deben utilizarse piedras, bombas o sopletes y se debe respetar el orden público y proteger los bienes y sitios históricos.
La demanda por la protesta pacífica se produce en un contexto en el que las marchas por los derechos de las mujeres en México se han vuelto cada vez más grandes y a veces violentas. Las protestas se centran principalmente en la creciente violencia de género y los feminicidios en el país, que han ido en aumento en los últimos años.
Para la marcha del 8 de marzo, el Gobierno de Ciudad de México ha anunciado que dispone de 2,300 policías femeninas para mantener el orden. La marcha comenzará a las 15:00 h local, con un despliegue de 800 mujeres policías en el recorrido y 1,500 más en reserva en caso de que se requiera apoyo adicional. El Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) ha designado 10 ambulancias, 10 motoambulancias y 85 paramédicos.
Además, 500 funcionarias de otras dependencias conformarán el ‘Mecanismo de derechos humanos’, cuya función es de «diálogo» y de «estar posibilitando que todo marche adecuadamente». Según el secretario de Gobierno de Ciudad de México, se han realizado reuniones con la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México y organizaciones civiles como Amnistía Internacional, Marabunta y Serapaz para evitar incidentes durante la manifestación.