El monzón mexicano está trayendo consigo un clima bastante inestable en varias regiones del país. En particular, se esperan lluvias fuertes a muy fuertes, acompañadas de descargas eléctricas y rachas de viento que podrían llegar a ser peligrosas. Esto afecta especialmente al noroeste de México, donde existe la posibilidad de granizadas en la península de Baja California. Sonora se encuentra en alerta, ya que se anticipan condiciones que podrían facilitar la formación de torbellinos o tornados.
Impacto en las Regiones del Norte y Centro
Los canales de baja presión, combinados con una vaguada superior, están generando chubascos y lluvias intensas en varias partes del país. Se prevé un aumento significativo en las precipitaciones en estados como Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo. Los pronósticos también indican un elevado riesgo de tornados en las regiones de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y el Estado de México, por lo que es importante permanecer alerta.
Pronóstico para el 27 de Julio
El sábado 27 de julio, el monzón seguirá generando chubascos y lluvias fuertes, particularmente en el noroeste y la península de Baja California. Además, volverá a haber un riesgo de tornados en Sonora y Chihuahua. Las lluvias intensas también se extenderán a Tamaulipas, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, mientras que se anticipan lluvias muy fuertes en Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Veracruz.
Rachas de Viento y Riesgos Asociados
Las rachas de viento se pronostican entre 50 y 70 km/h, lo que puede favorecer la formación de torbellinos en varios estados. Por otro lado, las temperaturas máximas podrían oscilar entre los 40 y 45 °C en las regiones de Baja California y Sonora. Esta combinación de condiciones meteorológicas podría llevar a un incremento en los niveles de ríos y arroyos, así como a la posibilidad de deslaves, encharcamientos e inundaciones en zonas bajas de los estados afectados. Por lo tanto, es esencial que la población siga las recomendaciones de Protección Civil y las autoridades locales para garantizar su seguridad.