Encuentro Tenso entre Funcionarios de EE.UU. y Representante Mexicano en la Presa de La Amistad
Un grupo de cinco individuos armados, identificados como agentes federales de Estados Unidos, fue observado en territorio mexicano dentro de la Presa de La Amistad, ubicada en Coahuila.
Los agentes portaban armas largas, vestían atuendos de cazadores y estaban acompañados por un perro. La confrontación inició cuando García cuestionó las acciones de los individuos en suelo nacional, llevando la situación a un nivel de alta tensión.
Declaraciones de los Agentes y Justificaciones sobre la Presencia en México
Adam Muñoz, uno de los agentes involucrados, se identificó como biólogo del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos. En su declaración, negó haber cruzado la frontera, afirmando que se encontraban en una zona protegida por la legislación de Texas.
Muñoz sostuvo que su presencia en la región estaba amparada por protocolos establecidos para la conservación y protección de áreas naturales, intentando así legitimar su accionar en la Presa de La Amistad.
escalada del conflicto y Reacciones Inmediatas
La situación se intensificó cuando Marco García exigió a los agentes que desarmaran, calificando su presencia como una infracción a la soberanía nacional de México. La tensión aumentó significativamente cuando uno de los estadounidenses alzó su escopeta durante la confrontación.
Este acto provocó una respuesta enérgica por parte de García, subrayando la gravedad de la violación percibida y cuestionando el respeto hacia las leyes y jurisdicciones mexicanas.
Debate sobre Jurisdicción y Soberanía Territorial en la Región
El incidente ha puesto en evidencia la falta de claridad respecto a los límites territoriales en la zona de la Presa de La Amistad. Mientras los agentes estadounidenses argumentan estar en territorio de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), las autoridades mexicanas sostienen que la región ha estado bajo su jurisdicción por más de cinco décadas.
Esta disputa territorial ha generado inquietud sobre posibles infiltraciones y ha puesto en tela de juicio los protocolos existentes para manejar situaciones similares, destacando la necesidad de una mayor coordinación y definición de responsabilidades entre ambos países.