Aeroméxico ha decidido poner en tierra sus aeronaves modelo 737 MAX-9, el modelo más reciente de Boeing, luego de un incidente reportado por Alaska Airlines. La medida se toma en cumplimiento con las directrices de la Administración Federal de Aviación (FAA), que ha ordenado la inspección de estos aviones después de un episodio que involucró la explosión de una salida de emergencia en un vuelo de Alaska Airlines.
La aerolínea mexicana asegura que realizará las inspecciones pertinentes de su flota MAX-9 de manera expedita y colaborará estrechamente con Boeing y las autoridades competentes para retomar las operaciones programadas.
Este suceso resalta las preocupaciones continuas en torno a la familia MAX de Boeing, que ya enfrentó prolongadas suspensiones de vuelo debido a fallas que resultaron en tragedias en Indonesia y Etiopía. Aeroméxico, que posee al menos 19 aeronaves MAX-9, se suma a las aerolíneas afectadas por estas complicaciones.
El incidente en Alaska Airlines ocurrió el 5 de enero, cuando una explosión en la parte trasera izquierda del fuselaje provocó un agujero a unos 4 mil 800 metros de altitud. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los 171 pasajeros y seis tripulantes. La FAA ha ordenado la inspección de algunos aviones Boeing 737 MAX 9 en todo el mundo, afectando a aproximadamente 171 aeronaves.