Se ha criticado a las autoridades federales y sanitarias del mal manejo de la pandemia, y sobre todo por el ‘alto’ numero de muertes, visto desde una perspectiva absoluta parecerían muchas, sin embargo desde una lectura por cada 100 mil habitantes la interpretación es diferente.
Muchos dirán que esta en una forma muy tendenciosa de minimizar los resultados, yo digo que la lectura absoluta es una forma muy tendenciosa y alarmista de crear pánico y terror en la población, derivada de intereses propios de quienes refuerzan la difusión de esta (des)información.
Aquí concuerdo con Jhon Ackerman cuando llamó terroristas a los periodistas y medios que tersgiversan la información con el afán de satisfacer sus intereses personales y políticos, son «Terroristas informacionales»
Si leemos las cifras de una manera absoluta estamos en el top de países con más muertes, sin embargo esas cifras no destacan que México es un país lleno de comorbilidades, principalmente diabetes e hipertensión, con condiciones socioculturales, de salud, de educación diferentes; y con una cultura de la transgresión muy arraigada.
«Podemos hacer lo que queramos, por que queremos y porque me dicen que no debo o no puedo hacerlo» esa es la ideología de quienes no respetan las medidas sanitarias ni el distanciamiento social preventivo. Asi las cosas.
Pero sinceramente, «No podemos comparar peras con manzanas».
México esta muy por debajo en ese rankin en muertes, la lectura de muertes absoluta es muy engañosa y parece que son ‘demasiadas’ sin embargo, si se le da una lectura de ‘muertes por cada 100 mil habitantes’ (mpc) la interpretacion es diferente. Italia tiene un indicador de 60 mpc, España de 58, Estados Unidos de 43, Brasil de 48, Perú cercano a 40 y México de 31. Asi que no, no hemos rebasado a esos países que están en el top de muertes.
Asi que, analicemos y desmenuzemos la informacion sea de la fuente que venga, pongamos en duda todo, investiguemos y critiquemos de una manera constructiva la información y la fuente. Que terroristas informacionales ya tenemos bastantes como para ser sus apoyadores.
Por: Juan Manuel Núñez González.